El hummus sobrante puede conservarse en la nevera en un recipiente hermético hasta una semana.
Cocemos el arroz integral o la quinoa en abundante agua con sal siguiendo las instrucciones del fabricante. Una vez cocido, lo escurrimos y dejamos enfriar. Mientras tanto, preparamos el hummus. Trituramos los garbanzos cocidos junto con el zumo de limón, el ajo, el comino, el aceite de oliva y una pizca de sal. Si la textura es muy densa, añadimos un poco de agua hasta conseguir la cremosidad deseada. Reservamos.
Lavamos y cortamos los tomates cherry por la mitad, el pepino en rodajas finas y la cebolla morada en tiras. Troceamos los pimientos asados y desmenuzamos el queso feta.
En un bol, colocamos la base de arroz integral o quinoa y distribuimos los ingredientes por encima: tomates cherry, pepino, aceitunas negras, cebolla morada, pimientos asados y queso feta. Añadimos unas cucharadas de hummus casero y decoramos con hojas de hierbabuena fresca.
Aliñamos con un chorrito de aceite de oliva virgen extra y una cucharada de vinagre. Mezclamos ligeramente antes de servir y disfrutamos de este bol mediterráneo lleno de sabor y frescura.
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