Precalentamos el horno a 220°C.
Extendemos la masa de pizza sobre una bandeja de horno y la cubrimos con la salsa de tomate, repartiéndola bien con el dorso de una cuchara. Distribuimos la mozzarella cortada en rodajas por la base.
Cortamos los champiñones en láminas finas y los corazones de alcachofa en cuartos.
Dividimos la pizza en cuatro secciones y distribuimos los ingredientes en cada una: en un cuarto colocamos las alcachofas, en otro el salami, en otro las aceitunas negras y en el último los champiñones laminados.
Espolvoreamos con orégano seco y horneamos durante 12-15 minutos, o hasta que la base esté dorada y el queso burbujeante.
Sacamos del horno, dejamos reposar unos minutos y servimos caliente. ¡Lista para disfrutar!
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